¿Cómo aprovechar la Inteligencia Artificial a nuestro favor, para escribir poesía?
Hoy a la mañana, en el marco del Mundial de Escritura, Santiago Llach compartió un mini taller para ayudarnos a pensar y sacudirnos ese miedito... que la AI quita la inspiración, que hace el trabajo por nosotras, que vamos a ser cruelmente reemplazados por poetas-máquinas...
Hicimos, entre 700 personas, el ejercicio en tiempo real. Le pedimos al Chat GTP que nos escribiera un texto poético con algunas pautas. El resultado, un material bastante convencional y con poco vuelo. Entonces, fuimos entre todos mejorando las consignas. Aquí, el ejercicio creativo se trata entonces ¡no de escribir sino de saber pedir! Le pedimos que no utilice clichés, para salir de lo obvio (aunque todos, aún haciendo un gran esfuerzo, vamos a lo obvio porque el lenguaje ES una convención).
Durante el taller Matías Yurgas dijo algo que me gustó: la AI es uno más de los tantos artefactos con los que la producción literaria se relaciona, en la creatividad ligada al juego y al azar. Juegos literarios como tirar dados, abrir la página de un libro para elegir caprichosamente una palabra de arranque, armar un cadáver exquisito. En este sentido, no hay nada nuevo; cambian las maneras pero no deja de ser un juego la AI, como tantos otros. Pedir que escriba en prosa, en verso, con rima, sobre un tema en particular, al estilo de un determinado escritor.... y sobre ese texto inicial, seguir pidiendo... de maneras incisivas, concretas, locas, induciendo determinados caminos y conexiones.
Me gustó la libertad propuesta para seguir creando, en renovados contextos, con restricciones actualizadas de la mano de la tecnología. Al menos para mi, cada condicionamiento abre puertas para dar saltos, para salir airosa, para correr mis propios límites respecto de la escritura. Y ese, creo, es lo que nos distingue de la AI: que siempre, siempre, vamos a saber hacerle un "ole" a la máquina y encontrar la grieta por donde poner nuestro valor agregado 100% humano.
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